ZIGOR

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Él no se acuerda demasiado de aquellas historias, pero su madre y su profesora de la infancia le recuerdan que su afición por la montaña viene desde muy joven, que con apenas 5-6 años hacía novillos y se iba al monte solo.

Descubrió la escalada de montaña a los 17 años. En aquella época estudiaba hostelería en la Escuela de Hostelería de Leioa y allí conoció a Iñaki Marko “Kongi”, uno de los más fuertes escaladores de entonces y de ahora. Comenzó por frecuentar los montes de los alrededores, pero pronto sus viajes de vacaciones cambiaron por estancias en escuelas de escalada nacionales primero, e internacionales después. Fue escalador durante más de 10 años (rutas 7c+), todo ello, compaginándolo con su oficio de cocinero. Después vinieron tres años de duatlón y triatlón, obteniendo su mejor resultado en el 2006, lo que le permitió participar en el XTERRA race (Hawaii), el campeonato mundial de triatlón por todo terreno.

Ya en el año 2000 había cambiado el chip y tras trabajar en algunos de los mejores restaurantes del mundo (Martin Berasategi, Michel Guerard, Zuberoa jatetxea, Etxebarri, Juantxu,…), empezó a trabajar en una empresa de catering con la intención de disfrutar un poco de la vida, pero no fue hasta el 2008 cuando comenzó su andadura como corredor de montaña. En el 2009 corrió tres ultras que le sirvieron para conseguir los puntos necesarios para poder participar en el UTMB. Fue en el 2010 cuando logró el tercer puesto en dicha carrera, y en el 2011 se proclamó como ganador de Transgrancanaria, Trail du Sancy y G2H. Cuenta también con el cuarto puesto en Lavaredo Ultra Trail (2012) y el segundo en Geres Trail (2014). Todo ello, combinándolo con su trabajo como cocinero, una vez más.

Desde entonces, la montaña no le ha traído más que satisfacciones: la oportunidad de descubrir paisajes inolvidables, nuevos países, gente que merece la pena haberla conocido… Recuerda con especial afecto la primera carrera que ganó, Aramotz Mendi Lasterketa, el tercer puesto del UTMB, la victoria en el Transgrancanaria… Sería imposible nombrar todas las aportaciones positivas que le ha ofrecido este deporte, pero tiene clara una cosa: cuando corre por la montaña, es feliz.